Los niños necesitan desafíos correspondientes a su edad y estado evolutivo.
Si se les ayuda en aquello que pueden hacer por sí mismos y se les facilita la vida nada mas se quejan un poco, los acomodamos en eternamente necesitados de ayuda, los hacemos débiles y poco eficientes.
Los limites claros son necesarios pues brindan sostén y protección.
El exceso de libertad es una responsabilidad para la que no están maduros.
El niño necesita reglas que faciliten el camino. se enfrentará a ellas pero eso forma parte de madurar y ser autónomos.
El exceso de protección impide que desarrollen sus propias fuerzas y recursos.
Nuestros propios temores nos impiden confiar en la capacidad de los niños.
Permitir que tengan cierta autonomía, que se responsabilicen y tomen decisiones
Cuando pedimos al niño lo que puede dar se fortalece y adquiere confianza en sí mismo.
En el niño esta sobre-exigido, aparece temor al fracaso y el sentimiento de impotencia.
Sí un tipo de conducta le da un extra de atención se está reforzando ese tipo de conducta.
El fracaso y el error forman parte del aprendizaje, si machacamos cada fallo ademas de dañarles la autoestima generamos miedo a lo nuevo.
Equivocarse es normal, rectificar es el camino.
Prestar atención a lo que el niño hace bien y expresar satisfacción el refuerzo positivo es más eficaz que la crítica
La comunicación entre padres e hijos es esencial, pero la forma en que nos comunicamos es crucial.
Las amonestaciones, amenazas, sermones no funcionan.
Respetar la dignidad del niño, no poner apodos y ridiculizar.
Escucha activa:
Lo primero es desear escuchar lo que el niño tiene que decir, si no es el momento expréselo así y se busca otro espacio en que el adulto pueda estar receptivo.
Aceptar los sentimientos del niño, los sentimientos son transitorios.
No hacer juicios ni criticas.
No dar consejos si no los pide permitir que encuentre sus propias soluciones.
Los padres también tienen derechos y necesidades que los niños deben respetar.
Los padres no somos perfectos, somos suficientemente buenos.